
Uno de nuestros clientes en el norte de Canadá había olvidado hacer un pedido. Hemos encontrado una solución no convencional para garantizar que su producción no se detenga.

Para una nueva línea de productos, uno de nuestros clientes necesitaba una solución a prueba de desorden. Les ofrecimos un tapón que superó sus expectativas.

Una empresa se había acercado a nosotros para obtener formatos de botellas poco convencionales. Les entregamos un producto literalmente hecho a medida para ellos.

Uno de nuestros clientes en el norte de Canadá se dio cuenta, al final de la jornada, de que había olvidado enviar su pedido y se había quedado sin tapones. Sumamente estresado, nos llamó para que le enviáramos, urgentemente, algunas cajas y poder, así, evitar que su producción tuviera que detenerse. Desafortunadamente era demasiado tarde para que las empresas de correo recogieran los paquetes para poder entregarlos temprano al día siguiente. Negándonos a aceptar una derrota, nos pusimos directamente en contacto con el transportista aéreo que trabajaba para el correo en su región. Aceptaron entregar nuestras cajas con la condición de que las lleváramos al aeropuerto lo más pronto posible. Como nada nos detiene, un miembro de nuestro equipo cargó todas las cajas que cupieron en su auto y las llevó ella misma al aeropuerto. Los tapones se entregaron a tiempo y nuestro cliente no tuvo que interrumpir su producción.

Una compañía de lácteos se estaba preparando para lanzar una nueva gama de productos destinados a los niños. Quería distinguirse de su competencia con una tapa reutilizable. En ese preciso momento acabábamos de añadir una nueva tapa deportiva a nuestra gama de productos. Estábamos convencidos de que sería la opción perfecta para ellos. La tapa era fácil de abrir y se mantenía pegada al tapón. El pico no goteaba y permitía beber fácilmente. Les presentamos algunas muestras en colores vibrantes y quedaron muy impresionados. El tapón contaba, además, con una característica que no se habían imaginado: ¡era divertido! De hecho, durante las conversaciones, los miembros de nuestro equipo y nuestros clientes comenzaron a abrir y cerrar la tapa para mantener sus manos ocupadas. Actualmente, este tapón, que les ayudó más de lo que esperaban, es parte integral de la imagen de su producto.

A veces lo «grande» no es lo «suficientemente grande». Este fue el reto al que nos enfrentamos cuando uno de nuestros clientes quiso introducir nuevos formatos de botellas de agua al mercado. Quería vender botellas de 8 y 10 litros que no se colocaran en un dispensador, sino que cupieran en el refrigerador. En esa época, dichos formatos no existían todavía. Por lo tanto, desarrollamos nuevos moldes, exclusivamente para ellos, que les permitieron convertirse en pioneros del gran formato.